domingo, 20 de enero de 2008

19 de enero de 2008

El sábado 19 de enero fue un día muy bueno para la Sala de Albacete. Para empezar, un nuevo fichaje se sumó a nuestro grupo, Ara, que empezó demostrando buenas maneras.

Además, Luis, un compañero de esgrima deportiva del Club de Esgrima Los Llanos, de Albacete, vino a ver nuestro entrenamiento y se trajo a su hija Virginia, una promesa de 6 añitos que hizo las delicias de todos nosotros, además de demostrar buenas maneras con la espada de una mano, que ella manejaba como si fuera una mano y media.


En la parte técnica, trabajamos el sentimiento de acero y la aproximación mediante movimientos transversales de piernas.


Por vez primera en nuestra Sala, las roperas hicieron su aparición. En la foto podemos ver a Lucio y a Manolo con sendas roperas de lazo, estudiándose antes de iniciar una frase de armas. El sentimiento generalizado con respecto a la ropera fue el de "anda, no me imagina yo ésto así. Pues me mola". Jejejejeje.




Después, tiramos un buen ratito. Tan embelesados estábamos que no nos dimos cuenta que nos pasamos un cuartito de hora. Vaya, pues nada. "El fiero Turco en Lepanto".... y al bar "Los pescaitos", sede oficial del Club donde tratamos cuestiones administrativas y esas cosas.


Pero no había acabado aquí el día. Por la tarde, Carlos y Lucio subieron hasta Alicante, a cruzar aceros con las terribles huestes de la Sala Tercio Viejo de Lucentum. Para Lucio fue como volver a casa una vez más. Se dejó ver en los abrazos y en los "bailes con espada" que tuvo que afrontar.

La Sala de Albacete empieza a dejar de ser un sueño para empezar a ser una realidad. Que gozada.

sábado, 12 de enero de 2008

Vuelta a las clases

Después del parón navideño, el sábado 12 de enero hemos vuelto a retomar nuestra actividad normal. Estuvimos recordando nociones básicas, y sobre todo... TIRAMOS.

Ya necesitábamos volver a empuñar nuestros aceros, contarnos batallitas y hacer planes de conquistar el mundo, ya. Además, tras el entrenamiento, presentamos a los nuevos reclutas nuestra base de operaciones, el bar "Los pescaditos", donde dimos buena cuenta de todo lo que había por devorar.